jueves, 23 de mayo de 2013

Sistema Económico y Producción de Dinero

Uno de los grandes paradigmas de la realidad histórica del mundo en que se vive, se refiere al sistema monetario empleado. Como sabemos el dinero nace (o eso creemos), de la producción de una mercancía, sea ésta un bien terminado o los llamados “comodities”.

Imaginemos una empresa que produce zapatillas deportivas o teléfonos inteligentes. Tendremos que el valor de tal lote de mercancía será igual a costos de producción (que incluye salarios) que supongamos vale 1000 colones. Desde luego, la ganancia del precio de mercado no se va repartir equitativamente entre quienes produjeron la mercancía (los trabajadores y administrativos de empresa), entonces se habla de un “Valor agregado” (buena parte es lo que exigen los accionistas), es decir la diferencia entre el precio de mercado y el costo de producción, que incluye hasta el combustible necesario para llevar el producto a una tienda comercial. Supongamos un precio final de ese lote igual a 30,000 colones. Aquí tenemos la primera falacia de la economía:

a. Lo único que se produjo realmente en mercancía tuvo un valor equivalente a mil colones, sin embargo el Banco Central está obligado a imprimir 30,000 colones si es que quiere asegurar que haya suficiente dinero en la calle como para que el lote de mercancía se venda. Es decir tiene que imprimir 29,000 colones adicionales que, pese a que no representan ninguna mercancía, son la comisión que todos cobraron por hacer llegar la mercancía a la tienda de venta, incluyendo la exagerada ganancia de los socios quienes se enriquecen del trabajo de sus usualmente pésimamente pagados trabajadores. Estos 29,000 colones son inflación pura y dura. Pues si todas las mercancías se producen bajo estas reglas entonces hay muchísimo más dinero especulativo que mercancías en venta en las tiendas comerciales. Igual pasa cuando un terreno de un año a otro triplica su valor de mercado, solo porque al lado de atrás hicieron un supermercado o un condominio.

Ese valor es totalmente especulativo, y nace de la teoría de la oferta y la demanda, de la pregunta ¿Cuánto está dispuesto a pagar por este lote?. Esto se llama “burbuja inmobiliaria” y es una de las causas de la actual crisis mundial. Se sobrevaloran las propiedades y se necesita que el Banco Central emita muchísimo dinero para que haya suficiente para pagar todos los caprichos de los individuos que operan en el mercado.

Si el gobierno no emite ese dinero, entonces se disparan los precios pues a nadie le alcanza para comprar. Si el gobierno lo emite entonces se dispara la inflación, que los gobiernos tratarán de frenar reduciendo dramáticamente la inversión social, es decir gasto público empobreciendo sociedades enteras. Sin embargo, los economistas ni siquiera se sonrojan cuando admiten que es totalmente lícito que la economía contenga este tipo de falacias.

b. Ahora me referiré a un segundo más alarmante. El llamado dinero fiduciario o dinero que no existe más que por fe (de ahí su nombre fiduciario). Resulta que cuando el Banco Central emite dinero e imprime, se lo da a los bancos para que estos lo presten a cierto interés conforme a la Tasa Básica Pasiva que el mismo Banco fija de manera bastante cuestionable. Entonces las personas físicas y jurídicas piden esos créditos, contratan planillas de trabajadores, invierten en sus empresas, casas etc. Los ahorristas llevan su dinero a un banco “para al menos no perder por la devaluación”. El banco recibe encantado esos ahorros por una ventanilla y por la de atrás vuelve a prestar ese dinero a un interés alto, donde otra persona física y jurídica lo pedirá prestado y así seguirá la cadena de creación falsa del dinero repitiéndose, prestando-ahorrando-prestando un mismo billete muchísimas veces. A los bancos el BCCR sólo le exige mantener en reserva el 15% del dinero que le depositan que llaman “multiplicador monetario”, “coeficiente de caja” o “reserve requirement”. Entonces todos los que pidieron prestado creen que tienen dinero nuevo, pero en realidad todo perteneció a un único ahorrista, o a un mismo lote de dinero impreso por el BCCR. ¿Y de donde sale el dinero para pagar todos los intereses de la cadena de préstamos si menos aún fue impreso o emitido?. Claro que el país se va a hundir en la deuda.

Así las cosas el Banco Central emitió supongamos 1 billón de colones, pero en la calle en realidad circula 80 billones de dinero que no existe, es el famoso “dinero fiduciario”, que se basa en promesas de pago, en otras palabras es DEUDA. ¿Y cómo no queremos que los países del mundo estén endeudados?.

Pues para complicar más las cosas, además existe el “mercado monetario”, que se refiere a las instituciones bancarias y personas jurídicas que se dedican a comerciar con dinero cayendo de nuevo las supuestos de oferta y demanda, o sea a la pregunta de ¿Cuánto dinero está Usted dispuesto a pagar por esta cantidad de dinero? Disparando los precios del mercado cambiario y del dinero nacional que el Banco Central trata de limitar con ciertas políticas dentro de las bandas cambiarias.

¿Qué hace un país como Alemania, EEUU, España, Grecia o Costa Rica con toda esa deuda enorme que producen con el dinero fiduciario? La respuesta me deja aun más perplejo. Sus bancos centrales emisores crean un título-valor de deuda que lo colocan en el mercado financiero nacional o internacional y le llaman en Costa Rica “Bonos de Estabilización Monetaria”, Bonos de Deuda, Bonos del Tesoro etc. Es decir los países emiten títulos de valor de deuda y le dicen a los inversionistas: Si usted me ayuda y me da el dinero que dice este título o bono de deuda, yo Estado le pago un interés a Usted de tanto por ciento al año”.

En otras palabras, hasta la deuda se comercia en las bolsas de valores. Si yo soy un magnate y le compro bonos a países en riesgo como España, este me pagará un 6% anual por haberle yo dado el dinero que el título o bono decía. Y así Alemania que es una economía cuenta con una legión de inversionistas dispuestos a comprar sus bonos, pues su estabilidad económica y capacidad de pago es muy alta y se pueden revender en el mercado especulativo esos títulos de valor. Pero Un país como Grecia o España deben pagar un interés altísimo para que alguien se anime a comprarles sus bonos de deuda, pues son economías que han entrado en recesión, por el ciclo de falacias económicas descritas anteriormente.

Estos ejes de la vida humana el dinero y su fabricación no son abordados ni cuestionados prácticamente por nadie, ni por ninguna tendencia política ni de izquierdas ni de derechas.

Oliver Mora Tumminelli
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 23 de mayo de 2013.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario