jueves, 23 de mayo de 2013

Sistema Económico y Producción de Dinero

Uno de los grandes paradigmas de la realidad histórica del mundo en que se vive, se refiere al sistema monetario empleado. Como sabemos el dinero nace (o eso creemos), de la producción de una mercancía, sea ésta un bien terminado o los llamados “comodities”.

Imaginemos una empresa que produce zapatillas deportivas o teléfonos inteligentes. Tendremos que el valor de tal lote de mercancía será igual a costos de producción (que incluye salarios) que supongamos vale 1000 colones. Desde luego, la ganancia del precio de mercado no se va repartir equitativamente entre quienes produjeron la mercancía (los trabajadores y administrativos de empresa), entonces se habla de un “Valor agregado” (buena parte es lo que exigen los accionistas), es decir la diferencia entre el precio de mercado y el costo de producción, que incluye hasta el combustible necesario para llevar el producto a una tienda comercial. Supongamos un precio final de ese lote igual a 30,000 colones. Aquí tenemos la primera falacia de la economía:

a. Lo único que se produjo realmente en mercancía tuvo un valor equivalente a mil colones, sin embargo el Banco Central está obligado a imprimir 30,000 colones si es que quiere asegurar que haya suficiente dinero en la calle como para que el lote de mercancía se venda. Es decir tiene que imprimir 29,000 colones adicionales que, pese a que no representan ninguna mercancía, son la comisión que todos cobraron por hacer llegar la mercancía a la tienda de venta, incluyendo la exagerada ganancia de los socios quienes se enriquecen del trabajo de sus usualmente pésimamente pagados trabajadores. Estos 29,000 colones son inflación pura y dura. Pues si todas las mercancías se producen bajo estas reglas entonces hay muchísimo más dinero especulativo que mercancías en venta en las tiendas comerciales. Igual pasa cuando un terreno de un año a otro triplica su valor de mercado, solo porque al lado de atrás hicieron un supermercado o un condominio.

Ese valor es totalmente especulativo, y nace de la teoría de la oferta y la demanda, de la pregunta ¿Cuánto está dispuesto a pagar por este lote?. Esto se llama “burbuja inmobiliaria” y es una de las causas de la actual crisis mundial. Se sobrevaloran las propiedades y se necesita que el Banco Central emita muchísimo dinero para que haya suficiente para pagar todos los caprichos de los individuos que operan en el mercado.

Si el gobierno no emite ese dinero, entonces se disparan los precios pues a nadie le alcanza para comprar. Si el gobierno lo emite entonces se dispara la inflación, que los gobiernos tratarán de frenar reduciendo dramáticamente la inversión social, es decir gasto público empobreciendo sociedades enteras. Sin embargo, los economistas ni siquiera se sonrojan cuando admiten que es totalmente lícito que la economía contenga este tipo de falacias.

b. Ahora me referiré a un segundo más alarmante. El llamado dinero fiduciario o dinero que no existe más que por fe (de ahí su nombre fiduciario). Resulta que cuando el Banco Central emite dinero e imprime, se lo da a los bancos para que estos lo presten a cierto interés conforme a la Tasa Básica Pasiva que el mismo Banco fija de manera bastante cuestionable. Entonces las personas físicas y jurídicas piden esos créditos, contratan planillas de trabajadores, invierten en sus empresas, casas etc. Los ahorristas llevan su dinero a un banco “para al menos no perder por la devaluación”. El banco recibe encantado esos ahorros por una ventanilla y por la de atrás vuelve a prestar ese dinero a un interés alto, donde otra persona física y jurídica lo pedirá prestado y así seguirá la cadena de creación falsa del dinero repitiéndose, prestando-ahorrando-prestando un mismo billete muchísimas veces. A los bancos el BCCR sólo le exige mantener en reserva el 15% del dinero que le depositan que llaman “multiplicador monetario”, “coeficiente de caja” o “reserve requirement”. Entonces todos los que pidieron prestado creen que tienen dinero nuevo, pero en realidad todo perteneció a un único ahorrista, o a un mismo lote de dinero impreso por el BCCR. ¿Y de donde sale el dinero para pagar todos los intereses de la cadena de préstamos si menos aún fue impreso o emitido?. Claro que el país se va a hundir en la deuda.

Así las cosas el Banco Central emitió supongamos 1 billón de colones, pero en la calle en realidad circula 80 billones de dinero que no existe, es el famoso “dinero fiduciario”, que se basa en promesas de pago, en otras palabras es DEUDA. ¿Y cómo no queremos que los países del mundo estén endeudados?.

Pues para complicar más las cosas, además existe el “mercado monetario”, que se refiere a las instituciones bancarias y personas jurídicas que se dedican a comerciar con dinero cayendo de nuevo las supuestos de oferta y demanda, o sea a la pregunta de ¿Cuánto dinero está Usted dispuesto a pagar por esta cantidad de dinero? Disparando los precios del mercado cambiario y del dinero nacional que el Banco Central trata de limitar con ciertas políticas dentro de las bandas cambiarias.

¿Qué hace un país como Alemania, EEUU, España, Grecia o Costa Rica con toda esa deuda enorme que producen con el dinero fiduciario? La respuesta me deja aun más perplejo. Sus bancos centrales emisores crean un título-valor de deuda que lo colocan en el mercado financiero nacional o internacional y le llaman en Costa Rica “Bonos de Estabilización Monetaria”, Bonos de Deuda, Bonos del Tesoro etc. Es decir los países emiten títulos de valor de deuda y le dicen a los inversionistas: Si usted me ayuda y me da el dinero que dice este título o bono de deuda, yo Estado le pago un interés a Usted de tanto por ciento al año”.

En otras palabras, hasta la deuda se comercia en las bolsas de valores. Si yo soy un magnate y le compro bonos a países en riesgo como España, este me pagará un 6% anual por haberle yo dado el dinero que el título o bono decía. Y así Alemania que es una economía cuenta con una legión de inversionistas dispuestos a comprar sus bonos, pues su estabilidad económica y capacidad de pago es muy alta y se pueden revender en el mercado especulativo esos títulos de valor. Pero Un país como Grecia o España deben pagar un interés altísimo para que alguien se anime a comprarles sus bonos de deuda, pues son economías que han entrado en recesión, por el ciclo de falacias económicas descritas anteriormente.

Estos ejes de la vida humana el dinero y su fabricación no son abordados ni cuestionados prácticamente por nadie, ni por ninguna tendencia política ni de izquierdas ni de derechas.

Oliver Mora Tumminelli
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 23 de mayo de 2013.

Privan los deseos de unos pocos, ante el bienestar de todos

El agua es un recurso esencial para el ser humano, por ende para la vida en sociedad, existen muchos otros recursos que son una fuente vital para todo ser vivo como los bosques, sin embargo la depravación del hombre por un desarrollo insostenible, ha llevado a que exista un peligro de escasez de esos recursos, por ejemplo abrir el grifo en la ciudad para tomar agua, es una práctica que en antaño era común y hoy es un privilegio, debido a que el líquido es racionalizado o es más cloro que H2O.

El problema no queda ahí, el ser humano en su depravación ha perdido el sentido de solidaridad necesario para una sociedad justa, es difícil encontrar gobernantes que lleguen al poder con miras al bien común, sino que prevalece el egoísmo para engrosar billeteras de unos pocos, para muestra de un botón en nuestro querido país cada vez son más graves los escándalos de corrupción en casos como “la Trocha”, las concesiones o las piñeras que resultan ser un regalo de los recursos nacionales, en perjuicio de la mayoría que termina pagando caros peajes o tomando agua (si es que tienen suerte) contaminada, la cual no calma sólo la sed si no que trae consigo un cáncer en potencia.

Entonces, queda cuestionarse qué hacer para cambiar el rumbo de la situación, las soluciones no deben caer en la generalidad como sucede con muchas de las propuestas, se deben dar soluciones específicas para cada problema. Sin la intención de caer en un ensayo pretencioso, a continuación mencionaré dos posibles soluciones a los problemas expuestos, cabe acotar que esas dos ideas están sometidas a la prueba y el error, porque sólo así se superan escollos como los que enferman a nuestra sociedad.

Equilibrio entre la producción y el manejo de los recursos. Para cualquier tipo de producción es necesario destinar una serie de recursos, sin embargo se debe hacer un alto en el camino y poner en una balanza la producción y la salud de la población, en aras de no empobrecer esta última por la práctica de la primera.

Las piñeras están impactando el ambiente al punto de que el agua de los alrededores de los sembradíos de piña no es saludable para el consumo humano, acá es importante señalar que en otras latitudes sufrieron este problema por una producción exagerada de esta fruta, lo cual causó que al retirarse las empresas quedaran zonas desérticas, en las cuales no se puede sembrar ningún alimento. Pues bien, existen localidades en el país que les está afectando los químicos utilizados para la producción de piña, por ende se debe actuar para mitigar ese daño, una vía puede ser restringir la utilización indiscriminada de agroquímicos, además exigir a las empresas que no envíen sus desechos a los ríos sin el tratamiento adecuado para evitar la contaminación. Otro camino sería cuestionarse si existen otros alimentos cuya producción para la exportación no deje tanta huella ecológica como la piña.

Asimismo, la población debe ser consciente sobre el cambio climático que se sufre a nivel mundial, donde el agua es un recurso valioso que se considera un derecho humano, además ha quedado demostrado que en muchos lugares el acceso al recurso es restringido sino totalmente nulo, por lo cual se debe hacer un uso del agua de la forma más racional posible, minimizando los riesgos de desperdicio, así como utilizando el agua de lluvia para ciertas actividades como el lavado de un carro.

La revocatoria de mandato para cargos de elección popular. El descontento por los casos de corrupción en los gobernantes es una problemática que viven gran parte de los pueblos latinoamericanos, y Costa Rica no es la excepción. Actualmente son cada vez más comunes temas antes mencionados como la Trocha fronteriza, a la cual se destinó gran cantidad de recursos, y aún no hay claridad sobre si realmente fueron utilizados en la obra o desaparecieron en las manos de personas que aprovecharon el contexto de emergencia ante la alerta pública sobre invasiones nicaragüenses al territorio nacional.

También la concesión de la carretera hacia occidente, donde la empresa concesionaria no se encargaría de tramos necesarios como el puente sobre el Río Virilla, e iba a cobrar un monto de peaje irracional por la utilización del tramo de carretera que se concesionó.

Pues bien, resulta lógico y sensato entonces que si el pueblo mediante las elecciones eligió a cierto candidato como representante de los intereses de la colectividad, pueda también realizar el proceso adecuado para revocar el mandato que le dieron a esa persona, si no cumple con sus funciones, en caso contrario existiría la tendencia de un gobernante que no puede ser sancionado por el incumplimiento de sus labores en perjuicio del pueblo, como ocurre en nuestro país.

La posibilidad de una revocatoria de mandato es una necesidad en nuestro ordenamiento jurídico, tomando en consideración las medidas necesarias para que no sea una decisión tomada con la cabeza caliente de los ciudadanos, sino una decisión acorde a los intereses de los mismos.

Así las cosas, se evidencia un cambio de valores en la sociedad, al menos en la costarricense, en donde el egoísmo priva cada vez más sobre la solidaridad de antaño que permitió el desarrollo de instituciones que velaban por los intereses de todos los ciudadanos.

Silvia Alfaro Rojas
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 23 de mayo de 2013.

sábado, 18 de mayo de 2013

Deterioro del acceso a la información en Costa Rica

En Costa Rica el acceso a la información es tanto un principio general del derecho, como un derecho que tienen todas las personas, dentro de la legislación se pueden encontrar diversas normas que lo protegen, para citar algunos ejemplos normativos cabe mencionar los siguientes:

El artículo treinta de la Constitución Política de Costa Rica “garantiza el libre acceso a los departamentos administrativos con propósitos de información sobre asunto de interés público”, estableciendo a nivel constitucional el principio de publicidad registral.

Otro ejemplo de la materialización de dicho principio es la promulgación de la ley No. 5695, con la cual se creó el Registro Nacional, cuando en su artículo número uno fija los fines dentro de los cuales se pone como objetivo el “facilitar los trámites a los usuarios”.

La Ley No. 8220, Ley de protección al ciudadano del exceso de requisitos y trámites administrativos, cuando en su artículo número cuatro “publicidad de los trámites y sujeción de ley”, le requiere a la administración que para poder exigirle al administrado cualquier trámite o requisito, deberá haber publicado en La Gaceta y en un diario de Circulación Nacional dicha exigencia, y tendrá que estar ubicado en un lugar visible dentro de la institución.

Al leer estos tres ejemplos es fácil deducir que en nuestro país se desea proteger el derecho al acceso a la información y a la vez facilitar al administrado su ejercicio, hasta aquí el principio está siendo legalmente protegido sin contradicción alguna. 

Entonces, si tenemos todo este respaldo normativo, como es posible que uno vaya al Registro Nacional a sacar una certificación literal y una copia del pacto constitutivo de una sociedad anónima, tarea bastante común y sencilla, y al llegar a la ventanilla de Plataforma de Servicios, el funcionario da como respuesta “muchacho, aquí está la certificación literal, y del pacto solo tenemos esta hoja, el documento completo no lo tenemos”. Cabe detallar que la única información que trae esa hoja es el tomo, asiento, fecha, hora y usuario que hizo la sociedad.

Ante dicha respuesta del funcionario, le pregunto: ¿Cuál es la razón por la cual no me puede dar el pacto constitutivo completo?. A lo que me responde: “el pacto de esa sociedad no lo tenemos, no está en el registro nacional”.

Sin entrar en detalle, es de conocimiento general que todos los pactos de las sociedades anónimas se inscriben en el Registro Público, y son de acceso público.

Entonces ¿cómo es posible que el Registro Público no tenga el pacto de una sociedad que se encuentra inscrita y vigente?. Luego de conversar con el funcionario, quien no tiene ni la más mínima de idea de por qué no está el pacto completo, me envía con el coordinador de Plataforma de Servicios, quien al ver la hoja, me indica que esa sociedad fue creada mediante el programa Crear Empresa, por lo cual no lo tiene el Registro Nacional, que hable con alguien de Crear Empresa, y le consulte cómo puedo hacer para conseguir dicho pacto.

Consulto a funcionarios de Crear Empresa, y me dice para obtener el pacto constitutivo que busco debo buscar y pedirle al Notario que protocolizó dicho pacto, que por favor me expida un testimonio, y si ya entregó el protocolo al Archivo Nacional, debo ir a esa institución y pedir una copia certificada.

Luego de perder medio día, y no conseguir el documento que necesitaba, me doy cuenta que algo tan sencillo como obtener un pacto constitutivo que antes se conseguía en diez minutos, ahora es una tarea, en el escenario ideal, de dos días.

Sin que se me malinterprete, apoyo y avalo fuertemente el uso de nuevas tecnologías, pero no entiendo y nunca compartiré que la duración de un trámite tan sencillo pase de diez a minutos a mínimo dos días, es un absurdo y contradictorio.

La idea no es atacar a la Administración, es recalcar la negligencia a la hora de implementar nuevas tecnologías a los trámites administrativos, posiblemente por desconocimiento de quien adaptó el procedimiento al software, o pueden haber factores económicos, la verdad razones pueden sobrar, la realidad innegable es que al administrado le interesan soluciones, no las razones del problema.

Tampoco deseo caer en el trillado tema de que el Gobierno no funciona, o que hay muchas leyes pero ninguna se aplica, personalmente considero y reconozco que hay mucho por mejorar, pero debo admitir que otras cosas funcionan muy bien.
A manera de conclusión y de modo reducido, la idea general es que no compliquen más la situación del administrado con faltas tan elementales.

Adrián Cortés Castro 
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 18 de mayo de 2013.

La Ley Penal como solución de conflictos

La ley penal es una norma jurídica dedicada a los delitos con sus respectivas penas y sobre ella recaen las principales preocupaciones de la sociedad costarricense.

En estos últimos años la inseguridad ciudadana ha crecido en forma desproporcionada, ahora no se puede salir de la casa sin mirar hacia todos lados, preocupado por lo que le pueda hacer algún delincuente. Sin embargo, cuando son alcanzados por estos infractores, quieren que sobre ellos recaiga todo el peso de esta ley.

La sociedad espera que sus problemas sean solucionados por un juez, como si éste tuviera una varita mágica que les devuelva su celular robado, su familiar asesinado o, simplemente, su tranquilidad.

El juzgador muchas veces se encuentra ante el dilema de los errores procesales que se pueden dar en un juicio, justificando la liberación de un delincuente por lo defectos que anulan la legalidad del juicio, además, por el principio de inocencia declaran la absolutoria del sujeto.

Incluso, sabiendo que todas las pruebas apuntan a la culpabilidad del individuo, son liberados por esos defectos. Si los jueces se atrevieran a ignorar esos defectos y sentenciar a los delincuentes, se exponen a sanciones disciplinarias por no seguir el debido proceso.

Esto no es muy bien visto por los costarricenses, quienes sin saber que los jueces solo cumplen su trabajo siguiendo la ley penal, la prensa como medio de control social y voz del pueblo, denomina a los juzgadores como amigos de los delincuentes por no encarcelarlos. Cuando la realidad es que no dan soluciones, solo aplican la ley.

Por otro lado, el problema podría estar más allá, desde donde nacen las leyes, en la Asamblea Legislativa. Como ya se sabe, no todos los diputados que la conforman son abogados y sus conocimientos sobre Derecho son vagos. El problema se da a la hora de aprobar leyes que contravienen el ordenamiento jurídico.

Tienen buenas intenciones queriendo sancionar conductas que inquietan a la población, pero las leyes penales que aprueban llegan a ser inaplicables y fácilmente evadibles por los delincuentes. Así que la esperanza de solucionar los problemas por medio de la ley penal no va por el lado de la legislación.

Mientras la sociedad se preocupa por encerrar a los criminales, ignoran la verdad de por qué delinquen. Estos individuos probablemente tengan una vida muy desafortunada, empujados a delinquir por la necesidad de subsistir, o por haber crecido en una familia desintegrada, incluso por la adicción a las drogas, entre otras razones. La ley penal los condena a pasar años en la cárcel, muchas veces sin tener la culpa de encontrarse en esa situación y lejos de dar soluciones, se hace un problema más para el delincuente y su familia.

Sumado al hacinamiento en los centros penales, por la creencia de que todos los que infringen la ley penal deben ser internados en estos lugares donde ya no cabe ni un ser humano más, llegando a tratárseles como animales en un corral.

El camino a la solución de conflictos, por medio de la ley penal, es muy oscuro. Quizá la luz esté en el conjunto de reparaciones al mecanismo social en forma integral. Los costarricenses deberían ser más conscientes y empezar el cambio desde el núcleo de la familia, mejorando la educación y valores que poseen desde niños reflejados en las acciones realizadas en la sociedad.

Además, el Gobierno debe preocuparse más por erradicar la pobreza, mediante la aplicación de programas sociales y los legisladores se comprometan a crear leyes más efectivas que armonicen con el ordenamiento jurídico y principalmente con la Constitución Política.

También el cambio de los jueces, los fiscales, los defensores y todos los que actúan dentro del proceso penal, lograrían variar la realidad nacional siendo más congruentes con el procedimiento, para evitar errores insubsanables que imposibiliten la aplicación de la ley penal.

Alejandra Zamora Mejías
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 18 de mayo de 2013.

martes, 14 de mayo de 2013

Querida Venezuela

Con tan solo una diferencia de 262,473 votos, lo que equivale aproximadamente a un 0,6% de los mismos, el ex chofer de autobús Nicolás Maduro fue declarado como candidato vencedor de las elecciones en Venezuela con un 50,75% de los votos a su favor. ¿Qué implicaciones podría tener este resultado tan ajustado en un país tan dividido como lo esta Venezuela actualmente? 

Dado que Henrique Capriles, candidato opositor de Maduro, obtuvo un 48,98% de los votos, queda claro que la población venezolana se encuentra equitativamente dividida en cuanto a su participación y opinión política. Para Maduro esto representa un importante reto a considerar dado que, en caso de que el resultado se mantenga, situación la cual considero que sucederá por motivos que expondré posteriormente, deberá gobernar sobre un país con el cual prácticamente el 50% de su población está en desacuerdo con su ideología.

Para Capriles, por otro lado, dicho resultado tan ajustado representa una esperanza y un acalorado reclamo que deberá resolverse en una auditoría, misma que deberá suceder dado el resultado tan peligroso, y me refiero a este como peligroso por las implicaciones que podría tener tanto para Venezuela como para sus vecinos, específicamente Colombia, como para sus aliados Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia e inclusive Rusia, todos los participantes de esta “petrodemocracia” que el chavismo ha instaurado en Venezuela. 

Con Capriles como Presidente de Venezuela, dicha “petrodemocracia” podría e incluso debería de llegar a su fin. Con el petróleo, Chávez se dedicó a comprar amistades políticas pero hoy en día solo ha heredado una ridícula inflación de aproximadamente un 20%, una deuda externa terriblemente alta, y una economía totalmente dependiente del petróleo en donde alrededor del 80% de la producción del país depende del mismo.

Sin embargo, con el apoyo que tiene Maduro de los militares, es claro que aún con la auditoría, Capriles no ganará. Venezuela es un país bajo el poderío de los militares, y no hay forma alguna que estos quieran cederle, legítimamente o no, el poder a un candidato que podría acabar con la “bonanza” que estos han recibido durante 14 años a manos del chavismo.

Quizás lo más preocupante de esta situación, es el hecho de que Venezuela podría estar al borde de una guerra civil, con condiciones totalmente favorables para la misma. Existe la posibilidad de que en caso de que se realice la auditoría de mala manera, abiertamente parcializada o claramente corrupta, se podría generar una guerra inmediata, y más allá, aún si Maduro gobierna solo para su 50%, dejando a un lado la otra mitad de la población que votó por Capriles, el descontento podría eventualmente desencadenar en un conflicto interno.

Sin lugar a duda, Chávez dejó como herencia un país en una situación precaria: altamente dividido, con una economía sin incentivo alguno, cargada de barreras comerciales, sin movilización de moneda y con un sector privado exterminado y ahuyentado, y con niveles de inseguridad que horrorizarían a cualquier costarricense que cree estar inseguro en nuestro país.

No es envidia de nadie la presidencia de Venezuela, solo el “comandante”, su familia y sus allegados sabrán los beneficios de la labor, y quizás de ahí la indudable perpetuación en el poder del chavismo. Lo más triste es que lo paga el pueblo venezolano, y lo peor es que por lo menos la mitad de ellos ni lo saben.


José Antonio Ventura
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 14 de mayo de 2013.

Las cartas sobre la mesa

El negocio es lo que cuenta, ese parece ser el criterio que seguirá el legislativo, cuando tenga que elegir a los próximos magistrados del Poder Judicial. Ya las cartas están sobre la mesa, el diputado Fabio Molina, jefe de la fracción legislativa del Partido Liberación Nacional, declaró al Semanario Universidad, que “los magistrados deben provocar un clima de negocios”

El sistema democrático de una república independiente, está compuesto por un complejo mecanismo de frenos y contrapesos, en el cual se garantiza que el poder no permanecerá concentrado en las manos de unos pocos, sin embargo desde hace casi diez años, la apatía, desencanto y desesperanza que aquejan a la sociedad costarricense y a partir de esto al electorado, han causado que un número, cada vez menos representativo de votantes, se aproveche de esa circunstancia y coloque, por razones de un fanatismo irracional (que raya en las mismas actitudes de algunos aficionados al fútbol) a un grupo de políticos que tiene como misión, el reclamar como suyo no sólo el control de los poderes ejecutivo y legislativo, sino que a través de las potestades de este último, desea hacer suyo el último bastión de poder que conserva todavía alguna independencia.

La razón ha quedado evidenciada, luego de las desafortunadas declaraciones del líder legislativo verdiblanco, ya no es el momento de hacer que prevalezca la legalidad, ni la independencia de poderes, no es hora de defender las garantías y derechos de la ciudadanía y con ellos de las minorías más débiles, se trata ahora de emitir resoluciones y sentencias que satisfagan la visión empresarial de una minoría excluyente que domina el país.

Esto es la salida del “closet” del partido liberación nacional, quedando expuesto ante el electorado, o al menos ante esa parte más consciente del mismo que con esto ya puede ver confirmadas sus verdaderas intenciones.

Esta es la definitiva politización de la justicia, la cual con el aval de magistrados complacientes, se encargará de destruir los últimos vestigios del Estado Social de Derecho, llamado con más propiedad el Estado de Facio (según las palabras del economista Mario Devandas, retomadas por el magistrado Fernando Cruz) y que ayudaron a forjar, paradójicamente José Figueres Ferrer y Rodrigo Facio, fundadores del entonces socialdemócrata Partido Liberación Nacional y que desde mediados de la década de los años ochenta, se transformó en el refugio de sus antiguos rivales y enemigos encarnizados, la clase empresarial, la cual por medio del superministerio de Comercio Exterior ha definido la política económica de Costa Rica en la última década.

Solo resta conocer, si la desidia e indiferencia del electorado, continuará actuando en su propio perjuicio y acabará por transformar a Costa Rica en uno de los países con menos desarrollo humano de este lado del planeta, todo eso en nombre de los negocios.

Fernando Coto Calvo
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital El País.cr el 14 de mayo de 2013.

domingo, 12 de mayo de 2013

De la niñez y de la Delincuencia

Pedro es un joven de 14 años, hijo de una madre soltera quien, para mantener un hogar donde un padre nunca existió, debe ausentarse para limpiar casas ajenas; durante esos tiempos de ausencia Pedro hizo ciertas amistades que el día de hoy lo tienen sentado en una silla, a la par de un Oficial que lo mantiene esposado, todo eso ocurre mientras esperan a que un Juez dicte un veredicto que lamentablemente lo conducirá a estar muchos años preso. Su madre llora, mientras ve como el niño que una vez cargó en brazos, el mismo niño a quien una vez le cambio los pañales y le dio un nombre; es llevado a la fuerza con esposas en sus manos a un lugar donde otros le enseñarán reglas que en su casa nunca le enseñaron.

Y es que en este país este tipo de historias, si bien dolorosas, son del diario vivir, jóvenes y niños cometiendo crímenes, asaltando, hurtando, matando, vendiendo droga, etc. Sin duda alguna todo esto es síntoma de que hay algo en nuestra sociedad que no marcha bien.

¿Raíz del problema? Se podría escribir un tratado completo de orígenes de este fenómeno sin que ninguno encuentre el punto esencial; si bien el Estado se hace de la vista gorda ante este fenómeno, y en vez de crear más y mejores escuelas, con mejores profesores, mejor pagados, escuelas que doten de becas completas a sus alumnos de más bajos recursos y se rijan bajo políticas inclusivas (y por inclusivas me refiero que incluyan a los padres de estos alumnos de escasos recursos); se dedica a gastar miles de millones de colones en carreteras fronterizas, en concesiones cuestionablemente legales y en organizar giras a Europa y Asia para promocionar la “felicidad y prosperidad” del pueblo Tico.

Pero la raíz del problema no es esa, se ha entendido por muchos años que la raíz de todos los problemas es la incapacidad del Estado (entendido en sentido amplio –léase todas las instituciones públicas-), sin embargo se olvida lo fundamental de cada ser, de donde proviene su forma de ser, sus costumbres, sus reglas y hasta su forma de ver las cosas; La Familia.

Familia como centro. Desde que nace; el niño es criado, educado, se le enseña modales, se le enseña a hablar, y se le enseñan reglas, un niño sin reglas es un niño que a la postre hará todo lo que le plazca, creerá que el mundo es suyo que las cosas le pertenecen y que pueden pisotear a otros con el fin de obtener lo que quiere; si a un niño no le se enseña a respetar nunca respetará; no considerará a los demás como seres iguales y vagará por la vida irrespetando la propiedad ajena, la integridad ajena y la vida ajena. Si a un niño no se le enseña que no todas las cosas materiales se pueden tener, dentro de unos años le quitará a sus compañeritos las cosas que le gusten, lapiceros, juguetes, etc. Y luego algunos años después, creerá que puede quitarle el dinero a las personas, sus celulares, sus computadoras e incluso creerá que, para tener lo material que desee, podrá recurrir a cualquier método y no será de extrañar verlo vendiendo sustancias ilícitas para hacerse de ese dinero que “tanto necesita”.

Falta de Valores familiares. Y es que este problema debe ser abarcado desde una perspectiva integral, hoy en día es común ver como niños y jóvenes se consagran en esquinas y en casas viejas y abandonadas, todos con ropas particularmente llamativas (para las autoridades claro está, cuyo principal objetivo es atrapar a todo aquel que vista ropa “chata”), y todos se consagran a ingerir alcohol, drogas, oír Música a altos volúmenes y a esperar a algún pobre peatón pase cerca de ellos para despojarlo de todo. Ante esto es obvio que la población se alarme y critique a la Policía por no estar presente para impedir esos actos. 

Sin embargo, lo que en realidad debe de preguntarse es dónde están los padres y madres de esas criaturas, porque razón permiten que deambulen a tan altas horas de la noche frecuentando sitios peligrosos y juntándose con reconocidas personas miembros de pandillas o con antecedentes Penales.

Esos jóvenes carecen de dirección, no tienen padres o madres que les hayan enseñado el camino correcto, y es esa falta de disciplina, de reglas y la obvia ausencia de valores la que les otorga a todos esos pobres individuos la plena y amplísima libertad de hacer lo que gusten.

Justicia Restaurativa. Nuestra Ley Penal Juvenil, habla sobre la justicia restaurativa, esta ley basa sus pilares en la construcción de una llamada justicia que reintegre las cosas al estado original, o sea como si la acción delictiva nunca se hubiere cometido, busca reintegrar a la sociedad al menor delincuente; pero, desde lo cotidiano, se puede ver como esas palabras no dejan de ser palabras y no pasan del papel a las acciones. Es harto común que la gran mayoría de jóvenes que entran a un centro penal, salen peor de como entraron, y por peor me refiero a más tendencias criminales, con mejores técnicas delictivas, con más contactos, más fuertes y audaces que como entraron una vez que fueron niños.

¿Una solución? Lejos de querer desanimar y proclamar el vaticinio de las futuras generaciones, creo que la única solución eficaz a este fenómeno, es la integración familiar, el diálogo, el consenso dentro del grupo familiar, la unidad de la familia, los valores, las reglas, los castigos que no duelen sino que enseñan y forman al niño y al joven; es no ceder ante sus caprichos, es apartarlo de las malas compañías, es enseñarle de debe estudiar y terminar sus estudios para un día ser una mejor persona con mejores posibilidades que las de sus padres, es escuchar a los hijos pero sobre todo es amarlos, es darles la dirección correcta, dirección que no es otra que el amor y la protección que una madre o un padre o ambos le pueden dar. Con amor, con afecto, le enseñan a respetar reglas y respetar a los demás seres humanos.


Michael Salas Guzmán
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 8 de mayo de 2013.

Actos bochornosos y el abuso de poder

Como ya es costumbre en Costa Rica, cada año al llegar la fecha del 11 de abril se conmemora la gesta heroica de un soldado, que de acuerdo con los datos históricos (según me enseñaron en la escuela), se llamó Juan Santamaría, quien aparentemente se envalentonó en 1856 contra unos invasores denominados filibusteros, y a quienes espantó con la ayuda de una tea con la cual provocó un fatídico incendio, esto por cuanto la estrategia de batalla hacía indicar que las armas y los hombres no eran suficientes, por lo que había que sorprenderlos de alguna manera mientras permanecían en un mesón de guerra.

Si estudiamos a profundidad el tema central de la famosa fecha y lo que pudieran representar para nuestro país los hechos sucedidos, muy probablemente toparemos con aspectos trascendentes que sin dudar, marcaron un antes y un después en la vida de los costarricenses. Pero en fin, la idea no es referirme al motivo de la celebración, tampoco se trata de entrar en los detalles de si tal gesta sucedió según como a mí me lo enseñaron, – aprovecho de una vez para disculparme si mi introducción ha sido un poco pintoresca y con ello he afectado los sentimientos de quienes rinden tributo al héroe nacional –, pero lo que se celebra ese día me sirve como marco de referencia para llamar la atención en algo que considero fundamental, se trata básicamente de los límites al poder.

Efectivamente, con la Batalla de Rivas se logró poner límites a un poder expansionista que se presentaba de manera amenazante para la tranquilidad de todo un pueblo. ¡Pero como han cambiado las cosas hoy en día!, parece que nuestras autoridades investidas de poder legítimo para actuar en beneficio del bienestar común, han olvidado que el ejercicio ilimitado del poder conlleva al abuso de quien lo ejerce. Observemos la situación específica:

Cada año en Costa Rica, la celebración de tan importante día es aprovechada por el gobierno de turno, en esa fecha una comitiva del poder ejecutivo con sus mejores galas, se enrumba hacia el cantón central de Alajuela con la finalidad de convertirse en un participante más de la fiesta, pero además, aprovecha la ocasión para cumplir con un acto protocolario y reseñar lo acontecido en la gesta heroica de aquel entonces.

Lastimosamente, lo sucedido este año 2013 donde se impidió la participación de los ciudadanos en el acto cívico oficial (muchos de ellos familiares de los niños y jóvenes que se disponían a desfilar para darle alegría a la actividad) dejó demostrado que el uso excesivo de poder materializado con el cierre del paso a quienes querían participar como observadores, no es más que un ejemplo claro de abuso peligroso, y quedó demostrado que la altanería de quienes giraron órdenes de proceder del modo en que lo hicieron, lo único que lograron fue encender más el disgusto generalizado de los ciudadanos, hacia las formas utilizadas actualmente para intentar gobernar.

Se faltó al respeto de una comunidad nacional representada por quienes sufrieron el agravio en ese momento, se faltó al respeto de personas valientes que en 1856 quisieron poner un límite al poder de quienes pretendían invadir el territorio, se faltó al respeto al homenajeado, ¿a cuál anfitrión le gustaría que algunos de sus invitados, se tomen el atrevimiento de negar arbitrariamente la entrada a otros invitados, justo antes de empezar la fiesta? Definitivamente, se cometieron actos bochornosos (vergonzosos) gracias al ejercicio ilimitado del poder.

En ese contexto, resulta importante plantear un criterio de cómo entiendo el poder y porqué lo traigo a colación con lo sucedido en la celebración a la cual me he venido refiriendo.

Es indiscutible que en una sociedad organizada, algunos tendrán la difícil tarea de coordinar o dirigir cada aspecto de la vida en comunidad, esto lo entendemos y lo aceptamos, así lo decidimos al escoger al gobernante, al líder, a los representantes, etc., pero debe tenerse presente que esa tarea de coordinación nace para una finalidad y que detrás de esa finalidad nace a la vez de manera automática una limitación, la cual resumo en lo siguiente: quien está legitimado para coordinar o dirigir, no está facultado para cumplir los fines bajo un esquema de abusos.

Entonces, si se otorga un poder legitimado y por ende se adquiere la potestad de ejercerlo, esto debe suceder en un régimen de confianza para cumplir con los mandatos, dicha confianza no puede ser vulnerada por quien ejerce el poder, nace una especie de reciprocidad.

Ante este panorama no puede aceptarse que amparados en el poder, se hayan ejecutado actos para impedir la participación libre de ciudadanos en una fiesta de carácter nacional, y no es justo valerse de la ocasión para intentar obstaculizar la actividad protocolaria de quienes tradicionalmente la festejan.

Habrá que sumarle a la historia que en el año 2013 se empañó la celebración del 11 de abril, con actos provocados por un ejercicio abusivo de poder, en esta ocasión no se respetaron los límites, lo cual suena contradictorio si pensamos que en 1856 sí se pudo poner fin a la idea abusiva de los filibusteros. Entonces, la tea sigue encendida y el mesón continúa sin quemar.


Rodrigo Rodríguez Arrieta
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital El País.cr el 8 de mayo de 2013.

http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/80996

jueves, 9 de mayo de 2013

Pensamiento Polarizado

El pensamiento polarizado es aquel en el cual se tiende a percibir todo en absolutos, todo es “blanco o negro”, “bueno o malo”, sin hacer consideraciones de variaciones o matices; se dice que es un pensamiento absolutista, cada situación de la vida, así como a las personas.

Tomando en cuenta esta definición, el criterio de este escritor, no está del todo errado, siempre y cuando se tenga conciencia de qué se está empleando para llegar a juicios de valor y/o decisiones; y se tenga claridad que como tales éstos son subjetivos y pueden afectar nuestro desempeño y nuestro criterio.

El pensamiento polarizado en el Derecho. En relación con el Derecho y la realidad de que el mismo no es una ciencia exacta, tal cual lo explican los profesores de primer año de la carrera: “El derecho no es una licuadora en la que pones todos los ingredientes dentro y obtienes el mismo resultado siempre por la combinación de los mismos productos”. Esta frase nos lleva a la trillada pero cierta afirmación de que el Derecho no es una suma simple cuyo resultado siempre va a ser el mismo, independientemente del método que se emplee.

Es necesario en este la aplicación de un pensamiento flexible. ¿Por qué? Por el simple hecho de que el Derecho no es blanco o negro, incluso la vida misma está hecha de matices aunque a muchos les cueste entender esto y pretendan conducirse por la vida tomando decisiones radicales, siendo a la vez poco pensadas y cuestionadas, porque una vez que la persona se cuestiona a sí misma, se va a topar con miles de situaciones que no contempló al inicio, circunstancias que no sabía que podían aparecer, llevando esto a que se genere un conflicto interno, por el simple hecho de no practicar encontrarle las diferentes tonalidades a la vida; por ejemplo la idea de robar, esta acción es considerada por la sociedad como algo malo y repugnante, como un hecho que debe ser castigado, sin embargo la idea cambia cuando pensamos en una madre que robó para darle de comer a sus hijos; ejemplos como este hay miles, con los cuales podemos demostrar que esa idea extremista de lo bueno y lo malo, termina siendo una utopía.

En el Derecho se debe de tener un manejo consciente del pensamiento polarizado, para que esté no nos desvíe del objetivo que debemos cumplir, y que este no se convierta en un obstáculo para el buen pensamiento y desarrollo de los casos que como profesionales vamos a enfrentar.

Conducción por la vida. En cuanto a las consecuencias de este pensamiento en la vida cotidiana, podríamos hablar del impacto en las decisiones. A pesar de que resulte más fácil ir por la vida tomando decisiones extremas, esto puede resultar determinante; siendo que se puede llegar a dejar o hacer algo de gran trascendencia, como dejar de estudiar o trabajar, que aunque parezca cómodo abandonarlo porque se considere –por haberse analizado desde un punto de vista polarizado- cansado en extremo, esto conlleva ciertas consecuencias negativas que afectan no sólo la esfera interna de la persona, sino de las personas que tiene a su alrededor.

Considérese que las personas y las situaciones diarias no son absolutas, no son cuadradas, aun a pesar de que se quieran ver como tal, no son así; de ahí lo importante de estar consciente de que pensar que todas las personas son totalmente de una manera u otra.

Sin embargo y a modo de conclusión, queda en cada persona la decisión de transformar su pensamiento polarizado en uno asertivo, para que con ello las valoraciones que se hagan de determinado tema, situación o decisión no se encuentren sesgadas de polos extremos, en que no se toman en consideración las variaciones y contrastes como se mencionó anteriormente.

Lo importante de todo, al final, es tener conciencia de que se está empleando este tipo de pensamiento y que se debe hacer una ponderación de la decisión que se está tomando para afrontar las consecuencias que devenga de la misma, sean estas positivas o negativas.

María Gabriela Alfaro
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital El País.cr el 9 de mayo de 2013.

http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/81028

lunes, 6 de mayo de 2013

Principio del Interés Superior del Niño

El principio del interés superior del niño nace con una concepción de protección al menor y sus intereses, estos se deben de entender como el conjunto de necesidades para su desarrollo como persona y solventar sus necesidades básicas prioritarias.

Esto trasciende a la materia del Derecho de Familia, así destacada como una de sus características fundamentales, la protección prioritaria de los sectores vulnerables, se entiende además de la protección al menor, que se extiende a otros sectores como las personas con discapacidad y a los adultos mayores, entre otros sectores, en tanto se encuentren en una situación de vulnerabilidad.

Llega a su representación hacia el menor por medio de la figura de la guarda, crianza y educación, ahora bien es necesario entender que la importancia de este principio sólo radica a la hora del conflicto por el menor, por ejemplo a la hora de una separación del núcleo familiar. Bajo estas situaciones es que toma importancia el principio del interés superior del niño.

Se entiende que este principio se toma en cuenta para dar protección al menor, en todo caso es necesario analizar este hecho, ya que la gran problemática actual se da por la escasa sensatez con la que se toma dicho principio, creando una gran incertidumbre a la hora de esperar la decisión del juez con respecto a quien toma por propias las necesidades básicas del menor. Se presta para la toma de decisiones arbitrarias y contrarias al Derecho.

El por qué se da este extraño hecho se escuda en la intención de darle una mayor capacidad al principio de la que realmente tiene, se están sustentando en una interpretación viciada por aspectos muy sociales. El talvés más importante es la concepción machista que se tiene en esta sociedad del poder económico en el núcleo familiar, lo cual nos remite a la concepción histórica del hombre como proveedor de la familia.

Ante esta realidad es que se toman decisiones basadas en cuanto a una aspecto económico para la guarda, crianza y educación del menor, por otro lado se tiene además el falso criterio que radica de este mismo hecho, este se expresa en pocas palabras “la ley favorece más a las mujeres”, esta concepción tan propia del hombre en Costa Rica, es un derivado del conflicto que surge a partir de la ley dando a la madre como primera opción al menor en guarda, crianza y educación.

Aun bajo este criterio, se puede razonar en breve que esta prioridad a la madre se presenta por un criterio social, se puede determinar además, como un derivado de la concepción machista que se le da al hogar, lo cual nos lleva a la siguiente deducción, si el padre es el que está obligado a ser el proveedor del hogar y la madre a la crianza de los niños, por derivación de este hecho es que la madre tiene prioridad, aludiendo un poco a una lógica común.

Pero esta crítica debe ir más allá, bajo la característica del Derecho de Familia, de protección a los sectores vulnerables, es que se presenta esta prioridad que estamos tratando. Esto rompe gravemente el discurso machista ya que la protección se le da al que la necesita, pero está siendo refutada por la parte fuerte lo cual nos da una doble moral del discurso.

Por otro lado se está usando este principio, y como ya se mencionó anteriormente, para decisiones que van más allá de lo que dicta la ley, por tanto se habla de una capacidad de decisión del Juez de Familia contraria a lo que le es permitido. Es en este punto que se está en total desacuerdo, no necesariamente este principio permite hacer lo que sea para alargar el alcance de la norma.

Si bien la característica básica del mismo, es la protección del menor como grupo vulnerable, es menester del Juez, aplicar la ley bajo este criterio, no por el contrario intentar pasar sobre la misma bajo el escudo permisivo del principio. Es labor del juez determinar que le es más conveniente al menor, no sólo con aspectos económicos, sino valorando aspectos emocionales y además sociales.

El principio del interés superior del niño es muy importante, es un baluarte en la protección del niño, pero al desfigurarse su aplicación solo crea injusticia y no se está realmente protegiendo los intereses del menor.

Jorge L. Fonseca Rivera
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital El País.cr el lunes 6 de mayo de 2013.


La función de las penas privativas de la libertad: Utopía o Realidad?

Al tocar el tema de las penas privativas de libertad, es necesario hablar de dos posibles discursos principales en cuanto a la función de las mismas; los cuales no necesariamente son excluyentes entre sí. Como primer discurso en relación a la función de las penas privativas de libertad nos encontramos que la cárcel sirve para mantener fuera del colectivo social a determinados sujetos que en virtud de la "comisión" de un ilícito se presentan como un peligro para la sociedad misma a la que se busca proteger.

El siguiente discurso sobre la función de la prisión, que es el que para los efectos de este artículo más me interesa, trata sobre la cárcel como mecanismo de "resocialización" del individuo. Resulta muy común escuchar que la prisión más que como castigo en sí mismo busca el cambio en el individuo; cambio que incluye de ser un delincuente habitual un radical giro en su modus vivendi, y en caso de tratarse de un delincuente primerizo de que este mismo a través de su experiencia vivida en la prisión pueda entender que su actuar estuvo mal, y a la vez genere la convicción de no volver a cometer el ilícito. 

Resulta a mi criterio utópico pretender que un individuo con condiciones sociales y psicológicas propias que han influido en su actuar delictivo, con el solo hecho de estar "tras las rejas" vaya a ser cambiado en cuanto a su forma de pensar, de actuar y de ver la vida. Aún y cuando supongamos que las medidas privativas de libertad prodigiosamente lograrán un cambio en el individuo, nos topamos con que las condiciones a las cuales se va a enfrentar el sujeto a posteriori de su puesta en libertad, no son para nada las idóneas para su reinserción a la vida en sociedad.

Como ejemplo de estas condiciones negativas con las que debe lidiar el individuo al salir de prisión está el claro estigma social que tiene para conseguir un trabajo, situación que por los tiempos que vivimos es ya persé una situación complicada aún para cualquier civil. Resulta claro que no todos los individuos que caen en prisión van a salir en mala situación económica, pero es un porcentaje muy grande el que debe ver cómo sale adelante, en muchos casos con su familia.

Así vemos como para el "nuevo sujeto" ya resocializado, se va complicando el panorama; y las esperanzas de una nueva vida se van truncando con cada entrevista laboral en la que su condición de ex-delincuente le cobra factura. Finalmente, en muchos de los casos el sujeto no va viendo más opción que la de volver a su antigua forma de vida, y el ciclo comienza de nuevo.

Es evidente que el factor social o económico no es el único que rodea estas situaciones, también está el psicológico. Para estos casos se requiere más que una privación de su libertad, se requiere atención psicológica, y aún y cuando se cuente con esta desde el punto de vista criminológico no se garantiza en sí que exista un cambio positivo en el sujeto. 

Otro aspecto a tocar es el relacionado a las condiciones de infraestructura de las prisiones latinoamericanas, en la mayoría de los casos no cumplen con las condiciones óptimas para proteger la salud de los individuos que ahí se encuentran. Gran mayoría de las cárceles se encuentran sobresaturadas, y el espacio no alcanza para tantos sujetos. Entra en juego aquí el aspecto organizacional de las cárceles, y también el de persecución de ciertos delitos, que no voy a analizar en estas líneas para no desviarme del tema principal.

A modo de conclusiones dadas las múltiples situaciones planteadas anteriormente, resulta claro que no es la delincuencia solo un capricho de los individuos de ir en contra del ordenamiento jurídico; sino que es una mezcla de situaciones y condiciones particulares de cada sujeto. Razón por la cual no podemos pretender que con el solo hecho de mantener fuera del ámbito social al individuo vamos a lograr en él un cambio interno, y aún y cuando fuera así, las condiciones que le han marcado como delincuente; al ser reintroducido a la vida en sociedad se le presentan como sumamente complicadas para mantenerse en su "nueva vida". 

Por todo lo dicho anteriormente las medidas privativas de libertad no se presentan como la panacea a los problemas de comportamiento delictivo de los individuos. Y se requiere plantear nuevas soluciones más realistas y concretas a los problemas que aquejan a nuestra sociedad desde el punto de vista criminal.

Michael Segura
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital El País.cr el lunes 6 de mayo de 2013.
http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/80915