jueves, 23 de mayo de 2013

Privan los deseos de unos pocos, ante el bienestar de todos

El agua es un recurso esencial para el ser humano, por ende para la vida en sociedad, existen muchos otros recursos que son una fuente vital para todo ser vivo como los bosques, sin embargo la depravación del hombre por un desarrollo insostenible, ha llevado a que exista un peligro de escasez de esos recursos, por ejemplo abrir el grifo en la ciudad para tomar agua, es una práctica que en antaño era común y hoy es un privilegio, debido a que el líquido es racionalizado o es más cloro que H2O.

El problema no queda ahí, el ser humano en su depravación ha perdido el sentido de solidaridad necesario para una sociedad justa, es difícil encontrar gobernantes que lleguen al poder con miras al bien común, sino que prevalece el egoísmo para engrosar billeteras de unos pocos, para muestra de un botón en nuestro querido país cada vez son más graves los escándalos de corrupción en casos como “la Trocha”, las concesiones o las piñeras que resultan ser un regalo de los recursos nacionales, en perjuicio de la mayoría que termina pagando caros peajes o tomando agua (si es que tienen suerte) contaminada, la cual no calma sólo la sed si no que trae consigo un cáncer en potencia.

Entonces, queda cuestionarse qué hacer para cambiar el rumbo de la situación, las soluciones no deben caer en la generalidad como sucede con muchas de las propuestas, se deben dar soluciones específicas para cada problema. Sin la intención de caer en un ensayo pretencioso, a continuación mencionaré dos posibles soluciones a los problemas expuestos, cabe acotar que esas dos ideas están sometidas a la prueba y el error, porque sólo así se superan escollos como los que enferman a nuestra sociedad.

Equilibrio entre la producción y el manejo de los recursos. Para cualquier tipo de producción es necesario destinar una serie de recursos, sin embargo se debe hacer un alto en el camino y poner en una balanza la producción y la salud de la población, en aras de no empobrecer esta última por la práctica de la primera.

Las piñeras están impactando el ambiente al punto de que el agua de los alrededores de los sembradíos de piña no es saludable para el consumo humano, acá es importante señalar que en otras latitudes sufrieron este problema por una producción exagerada de esta fruta, lo cual causó que al retirarse las empresas quedaran zonas desérticas, en las cuales no se puede sembrar ningún alimento. Pues bien, existen localidades en el país que les está afectando los químicos utilizados para la producción de piña, por ende se debe actuar para mitigar ese daño, una vía puede ser restringir la utilización indiscriminada de agroquímicos, además exigir a las empresas que no envíen sus desechos a los ríos sin el tratamiento adecuado para evitar la contaminación. Otro camino sería cuestionarse si existen otros alimentos cuya producción para la exportación no deje tanta huella ecológica como la piña.

Asimismo, la población debe ser consciente sobre el cambio climático que se sufre a nivel mundial, donde el agua es un recurso valioso que se considera un derecho humano, además ha quedado demostrado que en muchos lugares el acceso al recurso es restringido sino totalmente nulo, por lo cual se debe hacer un uso del agua de la forma más racional posible, minimizando los riesgos de desperdicio, así como utilizando el agua de lluvia para ciertas actividades como el lavado de un carro.

La revocatoria de mandato para cargos de elección popular. El descontento por los casos de corrupción en los gobernantes es una problemática que viven gran parte de los pueblos latinoamericanos, y Costa Rica no es la excepción. Actualmente son cada vez más comunes temas antes mencionados como la Trocha fronteriza, a la cual se destinó gran cantidad de recursos, y aún no hay claridad sobre si realmente fueron utilizados en la obra o desaparecieron en las manos de personas que aprovecharon el contexto de emergencia ante la alerta pública sobre invasiones nicaragüenses al territorio nacional.

También la concesión de la carretera hacia occidente, donde la empresa concesionaria no se encargaría de tramos necesarios como el puente sobre el Río Virilla, e iba a cobrar un monto de peaje irracional por la utilización del tramo de carretera que se concesionó.

Pues bien, resulta lógico y sensato entonces que si el pueblo mediante las elecciones eligió a cierto candidato como representante de los intereses de la colectividad, pueda también realizar el proceso adecuado para revocar el mandato que le dieron a esa persona, si no cumple con sus funciones, en caso contrario existiría la tendencia de un gobernante que no puede ser sancionado por el incumplimiento de sus labores en perjuicio del pueblo, como ocurre en nuestro país.

La posibilidad de una revocatoria de mandato es una necesidad en nuestro ordenamiento jurídico, tomando en consideración las medidas necesarias para que no sea una decisión tomada con la cabeza caliente de los ciudadanos, sino una decisión acorde a los intereses de los mismos.

Así las cosas, se evidencia un cambio de valores en la sociedad, al menos en la costarricense, en donde el egoísmo priva cada vez más sobre la solidaridad de antaño que permitió el desarrollo de instituciones que velaban por los intereses de todos los ciudadanos.

Silvia Alfaro Rojas
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital el País.cr el 23 de mayo de 2013.

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