miércoles, 17 de julio de 2013

Doble moral en el catolicismo

Desde que nacemos estamos sometidos a un adoctrinamiento religioso, el cual nos hace pensar, sentir, y creer en una deidad la cual nunca se manifiesta de manera concreta, pero se le atribuye todos aquellos hechos que según nosotros no tienen explicación lógica o racional. Todas, absolutamente TODAS las religiones proclaman que su “verdad” es la real y única forma de lograr la salvación después de la muerte, (sin cuestionar que los libros y escritos en los que basan sus creencias fueron redactados por seres humanos, los cuales estoy seguro que seleccionaron y escogieron los más convenientes para proclamar sus creencias). 

No pretendo entrar en una crítica en general sobre este punto, ya que considero que la religión, en combinación con el derecho, juegan un papel determinante ya que están destinados a mantener un mínimo de paz en la sociedad y la relaciones que se dan en ella, la primera por temor a ese ser supremo el cual está siempre vigilante y juzgará tarde o temprano ese mal accionar y, la segunda por una consecuencia más en un corto plazo, como sería la pena privativa de libertad en caso de una infracción tipificada en el código penal o el pago de daños o resarcimiento monetario en caso de lo civil que son los dos casos más comunes. 

La crítica y al punto que pretendo llegar esa doble moral a la cual los más fieles seguidores no prestan atención ya sea por ignorancia o por simple capricho. La iglesia católica siempre ha ostentado un poder enorme, especialmente en el pasado y siempre ha hecho uso de ese poder para su propio beneficio.

Unos de los principios fundamentales y uno de sus “mandamientos” es no matarás, entonces cómo explicar las cruzadas, esas misiones destinadas a recuperar Tierra Santa en las cuales el papa, la persona más santa y cercana a Dios, les otorgaba un permiso especial para matar a todos aquellos que se les opusieran ya que lo hacían en nombre del señor. O esas persecuciones y matanzas que se dieron cuando unos científicos de la época expresaron que la Tierra no es el centro del universo, o las guerras y asesinatos masivos de musulmanes de manera inhumana en el siglo XVI, sólo por el hecho de no querer blasfemar su propia religión (acá es de suma importancia mencionar que esos musulmanes, la gran mayoría, pertenecen a esa religión no por escogencia personal sino que se les fue impuesta desde niños, al igual que a los católicos, y depende por encima de todo del territorio en el nacieron o de las creencias de sus ascendientes. Por lo que me hace pensar que todo depende de la suerte).

Viniendo más al presente vemos como los sacerdotes y curas, esos que hicieron un juramento, abusan de su posición y violan a niños y niñas, arruinándo sus vidas casi que de manera definitiva, y es la misma iglesia la que ayuda a ocultar esos sucesos.

Estos son solo algunos ejemplos de esa doble moral que se practica tan comúnmente, tanto en la actualidad como en el pasado. 


Juan Manuel Leiva
Estudiante de la Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica

Artículo publicado en el diario digital elPais.cr el 17 de julio de 2013.

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